Estos días a gusto primaveral son mis favoritos, cuando el sol brilla tan potente en el cielo tan celeste y hermoso. Esa sensación fantástica de sentarte al piso para recibir su calor, te nutre de una energía que te hace querer arrancar de una ante todo.
Esa sensación de libertad, de felicidad porque al fin y al cabo los días de sol son la vitamina D para sentirte mejor, aunque a veces el combustible de esa vitamina es posible que se agote y uno sienta algo que lo hace hundir de a poco, sin entender el porqué.
Y es dónde ese sol pre primaveral se vuelve tan lejano, a un millón de años luz que te es imposible alcanzar porque esa sensación de vacío vuelve otra vez.
Resacas Del Amor 