Fugaz

Cuando uno toca fondo y aparece alguien porque si, sin saber lo que te paso para rescatarte de ese posible fondo es cuando no sabes que hacer. Con la misma intensidad que aparece, se aleja de a poco y para siempre. Y no entendés. Que hiciste mal? Como hay que ser y como no? Y uno mismo vuelve a caer a esa nada sin querer por no tener una respuesta y porque lo que no se entiende es peor.

Quiero pensar que apareció para salvarme de ese «oscuro agujero» que no quería tocar, que me hizo salir para no sentir tanto dolor pero que ahora un poco mejor, lo necesito igual. Pero que es mejor no insistir si no es mutuo. 

Intentando buscar una explicación, también intento entender que hay cosas que tienen un comienzo fugaz como un final repentino. Y vos sos eso, supongo que es momento de no buscar más.

Cuando uno no quiere dos no pueden.

Si al menos supieras lo bien que me hiciste en tan poco tiempo, te sentirías un súper héroe que salvo a una pobre chica que no podía huir del dolor pero que con solo sacarla de ese pozo para ver las estrellas, la hiciste sentir lo que hacía mucho tiempo nadie le había dado: la paz de unos abrazos de los que  te reencontras para volver a salir al mundo y sentirte no tan poca cosa. Que aunque fuera fugaz fue necesario para ese pilar de ver la luz y no hundirse.

Lo que llega sin avisar.

Tu vida va mal y no sabes que hacer. De repente lo que estaba mal, se remonta y decís ¿Y esto es verdad? ¿Va a durar mucho así no me ilusiono? Pero como ansiosa e impaciente te enroscas por cualquier cosa y si , porque no te acostumbras a que las cosas te salgan bien, pero de alguna manera  querés la maldita respuesta YA. Pedís consejos, exclamando lo que te pasa y siempre es «no seas intensa» como si los que te responden se olvidaron que alguna vez te preguntaron lo mismo y vos, tan paciente les dijiste «tranqui, seguro es para vos». Y otra vez, pensas que es mejor hablar con tu cabeza que ni ayuda ni da la respuesta pero no te juzga. 

Lo que llega sin avisar y aparece él, de manera repentina cuando saliendo del hospital dijiste que querías una vida para pensar en vos, que los hombres no serían por un tiempo tu opción. Pero todo ese discurso desaparece cuando lo viste por primera vez y  en ese abrazo hizo callar todo lo malo envolviéndote en eso que jamás pensaste experimentar: sentirse bien. Y una entra a confundirse,en si debe huir si hay quedarse y ver que onda por ahí es ahí donde DEBE SER. 

Aunque no sabes, arrancas con nitro y después menos diez, todo el discurso lo que sentiste te hace enojar, porque es lo mismo que siempre: sentir y no recibir nada. O si pero más lento. 

Si, te asustas mucho por no saber quién es realmente si apareció sin avisar pero es lo que siempre quisiste no? Que loca es la vida, el universo. Alguien por ahí te dice «bueno tranqui, con paciencia todo se da» y respiras. Algo vuelve a la normalidad, tu corazón late ante la tranquilidad. 

¿Pero quién sos? ¿Sabés que estoy lastimada y me cuesta sanar? Como te lo explico, te lo diría pero si te espanto me hundo más y te juro que está vez no salgo más de ahí. 

Es que a veces con solo abrazarte y mi cabeza en tu pecho, es ahí donde quiero estar siempre pero está vez se que hay una chance. Tampoco quiero agitarla, al menos quiero ver si de la otra punta esta vez hay respuesta. Una vez, solo la última y no insisto.  Si no es para mi, seguimos la página. 

No se quién sos, porque apareces en el peor momento, porque me abrazas y me reinicias? No lo sé. Solo se qué, de ahí no quiero irme y hacer las cosas bien una vez en la vida. Pero a lo mejor es lo correcto: dejar que todo suceda si tiene ser.