Sensación.

Se me hace difícil explicar lo que sentí ese viernes al volver a tenerlo para mi, en un silencio tan tranquilo que me hacía sentir  tan bien . El de tenerlo a centímetros, abrazarlo y que todo mi ser sienta paz. Que me diga “te extrañaba” aunque se me hace difícil creerlo pero lo miro y sé que es así. Yo lo extrañe más, como siempre. Intenté hacer que no me importaba ,pero se dió y no puedo contra esto. Es tan lindo sentir algo así, aunque por ahí sepas que no se te puede dar pero ese momento de soledad absoluta en donde no existe nada más que su corazon y el tuyo latiendo. Te besa y decís “sí, quiero besar está boca todos los días” pero pensas “aunque no es sólo mía” convenciendome que hay cosas que siempre serán iguales por más que uno quiera que no sean así. Pero te amoldas. Ese bendito juego de seducción que disfruto, vos ahí tan concentrado y disfrutando. Me volves a decir “extrañaba esto” y en mi mente surge el ¿Por qué no lo intentas si sabes que nos pasa lo mismo?  al fin y al cabo nos pasa porque ambos lo provocamos.

Te extraño siempre. Días de lluvia, días de sol. Tocarte, besarte, acariciar tu pelo hasta que tus ojos se cierran y disfruto verte así, en pausa ,dormido tan vos y me muero de amor. Te beso dormido y me siento feliz. Llega la maldita hora que tengo que irme, hoy es de esos días que me quedaría para siempre con vos. Pero debo partir, porque se que las cosas después son las mismas y esta conexión tan única pocas veces sucede. Llega el remis y me abrís la puerta. Está vez te doy un beso sincero, porque así lo siento. No tan compartido, un poco mío pero cuesta. Están difícil, pero me voy mejor no tan vacía ni tan triste. Al menos se que te pasa lo mismo, y eso me hace sonreír.

El sol hoy me acompaña y su calor me reconforta, llenado los espacios que a veces se apagan pero vuelven a encenderse.

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